A través de un enfoque personalizado, se establecen pautas alimentarias adaptadas a cada persona, considerando su situación personal, estilo de vida, objetivos, necesidades, gustos y preferencias. Se busca no solo la “reducción de peso”, sino también la mejora de la composición corporal y de la calidad de vida.
Mi enfoque siempre es desde adentro, hacia afuera. Nuestro cuerpo es pura bioquímica y es importante atender cualquier tipo de desequilibrio que pueda haber. Quedarnos en la superficie no es una opción.